El humilde boxeador santafesino que llegó del fin del mundo tiene un disparo más: va contra Floyd Mayweather Jr.
Por Mariano del Águila | Fotos de Fernando Gutiérrez
Apunta con el índice de la mano derecha. Y con el pulgar, Marcos "el Chino" Maidana le gatilla a un Floyd Mayweather Jr. que lo mira desde una gigantografía. El solo de acordeón de "Bombón asesino", de Los Palmeras, que suena siempre que Maidana encara al ring, ahora se escucha mientras el boxeador santafesino entra en el salón del Hotel Panamericano; la música le baja el volumen al murmullo de los periodistas acreditados para esta conferencia de prensa. Maidana sube a un pequeño escenario y los fotógrafos le gritan que pose. Los camarógrafos también gritan: que los periodistas bajen los celulares, que los fans infiltrados se corran del medio. Se escucha un "vamos, Chino", un "aguante, campeón"; también muchos aplausos.
Como si fuera a decir unas palabras, Maidana -peinado con jopo, vestido con saco rojo y jeans sostenidos por un cinturón de cuero trenzado- se para frente a esta pequeña multitud de forajidos, pero sólo se mueve para darle otro perfil al resto de los fotógrafos. No le son ajenas las conferencias, pero su próxima pelea excede lo deportivo y, como ocurre cada tanto, es cuestión de Estado: lo acaban de nombrar Marca País. ¿Un título nobiliario estatal? ¿Una cartera diplomática?
No es una alucinación ni un espejismo: el próximo sábado 3 de mayo, Maidana se enfrentará contra el mejor boxeador del momento. Para algunos, es lo mismo que decir que hay un astronauta argentino y que viaja con rumbo al Sol. Pero él parece seguro de que no se va a quemar, de que no se va a encandilar ahora. Justo ahora que dobla la edad que tenía cuando era un changuito que salía de Margarita, en el norte rural de Santa Fe, para dedicarse al boxeo. Hoy es un peleador feroz, "un animal agazapado", como lo describió el legendario Oscar de la Hoya. Pero conoce el protocolo de estos actos y también la etiqueta; antes de sentarse, se desabrocha el botón de su saco. Las luces se apagan.
En la pantalla, el video promocional parece el trailer de una película. "Cuando pensás en momentos electrizantes en el boxeo, pensás en Mayweather", dice el propio Floyd Mayweather Jr. Está vendiendo su pelea y lo hace en términos de ganancias: la voz habla de sus triunfos ante De la Hoya y Canelo Alvarez, sus dos récords en pay-per-view. "Debería llamarse May-per-view", sigue, y después se para junto a una pila de billetes. "Mi peso en dólares."
Se intercalan escenas de la vida íntima del estadounidense con la galería de rivales ilustres que vapuleó sobre el cuadrilátero: De la Hoya, Erik "el Terrible" Morales, Miguel Cotto, Ricky Hatton.
Invicto como profesional desde 1998 (un total de 45 combates), Mayweather es campeón en las cinco categorías que van de los 59,850 kilos hasta los 69,900. Bajó a welter (66,600) y, con el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ahora busca unificar coronas contra el campeón welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB): Maidana, el boxeador más caliente del mundo hoy.
En el salón del hotel, la gente empieza a gritar cuando la contrafigura aparece volteando muñecos en HD: la tunda a Víctor Ortiz, a Jesús Soto Karass, a Josesito López, a Morales y, por supuesto, a Adrien Broner, un invicto de apenas 24 años que venía en ascenso hasta que lo agarró Maidana en diciembre y encendió el drama que hay detrás de esta pelea contra Mayweather. Broner era el sparring de Mayweather y un alumno aventajado de su escuela, y Maidana le dio una paliza. Así fue como el santafesino (35 ganadas, 31 por nocaut; sólo tres derrotas) se consolidó en la elite del boxeo mundial. Pateando culos.
Luces, más aplausos, preguntas: que si esta pelea es la lotería, que si se está entrenando poco, que si lo respeta a Mayweather. "He visto sus peleas, para ver cuáles son sus errores", responde Maidana. "Todavía no se los descubrí."
