Detrás de la organización de un show masivo hay toda una ingeniería difícil de controlar
Cosquín Rock panorámico. Foto de Segismundo Trivero.
Entre los diversos factores que entran en juego a la hora de contratar a un artista para un festival, el económico no siempre es el que define las cosas. "En la guita más o menos nos ponemos de acuerdo", dice Palazzo, "pero hay cosas que a vos quizá te parecen menores, como el horario de actuación o una prueba de sonido, que pueden hacer fracasar una negociación". Tampoco es extraño que una banda extranjera acepte una oferta económica menos provechosa para priorizar a un promotor ya conocido. "Si supiste laburar al artista una vez, entonces probablemente la agencia lo valore", revela Loizaga, que por ese motivo trata de apostar por bandas que intuye que van a explotar más adelante. Bajo su asesoría, PopArt trajo a Diplo y Phoenix en 2007, a Animal Collective en 2008, y recientemente a Foster the People y James Blake.
Los organizadores, además, tienen que lidiar con un contexto económico y financiero incierto. La fluctuación en la cotización del dólar desde que salen las entradas a la venta hasta el momento del pago al artista afecta el margen de ganancia y hace que suban los cachets de las bandas extranjeras en pesos. "Cada vez que evaluamos la posibilidad de traer un artista internacional a Cosquín", dice Palazzo, "nos volvemos locos pensando en cómo hacer para que ese aumento no se traslade al precio de la entrada".
Aun así, en los últimos dos años nuestro país recibió un aluvión de bandas extranjeras, algo que Loizaga atribuye a la crisis del hemisferio norte y a la aparición de nuevos jugadores en el negocio de los festivales. "Es una industria rara", dice. "De repente alguien ofrece una suma imposible de sostener sólo para ganar mercado."
Desde PopArt imaginan la aparición en el futuro de eventos más "de nicho", como sucede en el mercado europeo, y fantasean con fortalecer un festival que le dé proyección a los grupos de la región y no dependa sólo de la presencia de bandas extranjeras. Palazzo piensa lo contrario. "Para mí es inevitable que Cosquín empiece a incluir artística internacional en el line-up", confiesa. "La gente lo está pidiendo; es una necesidad que se generó y tendremos que apelar a la creatividad para poder satisfacerla."
Por Lucas Garófalo